jueves, 8 de octubre de 2009

El príncipe y la rosa.




Cuentan que un príncipe vanidoso que creía que todas las doncellas más hermosas de la pequeña población de Ipswich morían por el, pero, para el que era tan vanidoso buscaba la belleza perfecta en cada dama que conocía, ninguna le parecía realmente esplendida, tal ves el príncipe tenia miedo de enamorarse y por eso buscaba lo banal.
Un día se levanto en una mañana de primavera decidido a encontrar una hermosa doncella, al salir de su aposento se colocó el traje mas elegante con tal de cortejar a la dama de sus sueños, el príncipe todos los días en su interior decía- soy tan maravilloso que cada mujer suspira ante mi presencia- y efectivamente muchas doncellas morían por el, pero cada vez que salía de su majestuoso castillo una rosa de apariencia semi­ apagada lo observaba con delicadeza, amándolo en secreto, suspiraba por cada paso que realizaba su tan especial príncipe, pero el, no la notaba, a si que la rosa lloraba entre las estrellas que la observaban.
Un día el príncipe conoció a una mujer la cual le impacto su virtuosa belleza física, pero ella le dijo- Ni lo pienses, ni te acerques a mi, porque mi corazón ya tiene dueño, a si que el príncipe se sintió mal porque su ego había sido lastimado, por primera vez, el príncipe sintió lo que hacia cada día con cada chica que conocía.
El príncipe se sentó a llorar a solas a las afueras de su castillo, la rosa al verlo triste y aunque sabia que el príncipe no sabía amar de corazón, se sintió mal puesto que lo amaba, así que la rosa le susurro junto a su oído- No llores joven príncipe si lo que te preocupa en verdad, es que no encuentras el amor de una hermosa mujer yo te daré mi corazón para que puedas amar- el príncipe se sorprendió al escuchar esa vocecita dulce que calmaba su tristeza, sintió tal agrado por aquella rosa que sin pensarlo acepto su propuesta, a si que la rosa le pidió un beso, el príncipe la beso y en ese instante la rosa callo muerta ante los pies del príncipe, al príncipe le rodo una lagrima en su mejilla y comprendió que se había enamorado por primera vez. A si que lloró y lloró por el error que cometió, pero el cielo al ver el sacrificio de la rosa decidió convertirla en una doncella y la regresó a la tierra para que pudiera permanecer con su amado, el príncipe en ese momento en que la vio supo que era la rosa que había dado su vida por amor, corrió, la abrazo y la beso y se dio cuenta que la belleza y el amor no solo se encuentran en una hermosa imagen si no en el corazón.